Si alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia entre un diamante y un brillante, no estás solo. Muchas personas usan estos términos como si fueran lo mismo, pero en realidad, no lo son.
El diamante es la gema en su estado natural o tallado de cualquier manera. Es el mineral puro compuesto de carbono cristalizado, famoso por su dureza y su increíble capacidad de reflejar la luz, o tallado por un especialista, en corte princess, cushion asscher, corazón, baguette, etc.

El brillante, en cambio, no es otra cosa que un tipo de talla, el corte también llamado redondo, la más famosa y buscada por su máximo esplendor. La talla brillante, con sus 57 o 58 facetas estratégicamente dispuestas, ha sido diseñada para optimizar el brillo y el fuego del diamante, logrando ese resplandor inigualable que tanto nos fascina.

Así que, cuando alguien te hable de un “brillante”, recuerda que en realidad se refiere a un diamante con esta talla en particular. ¡Y ahora, tú también puedes explicarlo como un experto!