Voy a contar cómo organicé pedirle matrimonio a la Cony.
El sábado nos levantamos temprano y porque la semana pasada había estado de cumpleaños, le dije que le tenía una sorpresa,pero que le tenía que vendar los ojos.
Pasamos por la bencinera a sacar muchas monedas de 100, ya que no me podía quedar sin monedas. Subimos al Cerro San Cristobal en la parte donde están los binoculares. Empecé a meter monedas y enfoqué los binoculares a Plaza Italia.
En ese momento ya estaba llamando a uno de mis mejores amigos con su polola que tenían el cartel en Plaza Italia, para que lo empezara a estirar.
La parte de la historia desde el punto de vista de mis amigos que estaban en Plaza Italia, era que ellos estaban parados y empezaron a estirar el cartel y llegaron carabineros, para ver el cartel porque pensaban que era una manifestación, por lo que tuvieron que explicarle a carabineros, y luego toda la gente les gritaba cosas.
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Ya cuando tenía el binocular enfocado, le dije a mi polola que viera por el binocular, y vio, y estaba el letrero gigante en Plaza Italia que decía “Polla, te quieres casar conmigo??”, y me vio al tiro y yo estaba con el anillo en la mano, y me dijo que “SI”.
Todo este tiempo que pasó hasta que me dijo que si, un amigo estaba grabando todo escondido, así que tenemos todo grabado con fotos.
Después de eso nos fuimos a la Virgen del cerro San Cristóbal a agradecer por todo y ahí estuvimos cerca de media hora, sacándonos fotos, y ella estaba tratando de llamar a sus amigas, pero ya estaba todo planeado para que no contestaran el teléfono, para que la parte de la sorpresa en su casa, saliera lo mejor posible.
Luego bajamos a la enoteca y nos estaban esperando en el restaurant con un champagne para celebrar y algunas cosas para comer. Ahí nos sacamos varias fotos con la vista, mientras seguía tratando de llamar a sus amigas para contarles la buena noticia.
Luego le dije a mi polola que se tapara los ojos porque le tenía otra sorpresa, nos fuimos a su casa, y ahí nos estaban esperando toda la familia de ella, mi familia y nuestros mejores amigos y cuando entramos todos gritaron ¡SORPRESA!
Eran como 50 personas, y todos nos felicitaron, aparte yo sabía que ella quería compartir la felicidad que tenía con todos, así que hicimos un coktail celebrando y todos nos sacamos fotos con el cartel, etc.
Ya cerca de las 6 de la tarde le dije que le tenía la última sorpresa, que se tapara nuevamente los ojos, y nos quedamos en el mejor hotel de Santiago.
Finalmente conversando con mi polola, la mejor parte de la historia es que ella nunca sospechó que iba a pedir matrimonio ahora, y nunca sospechó de cuando fui a cotizar el anillo, ni nada.
Lo mejor es que a ella le gustó la manera de cómo le pedí matrimonio y cada vez que puede cuenta las historia.
Por: Fuad Kattan