Tanto las argollas de matrimonio como los anillos de compromiso simbolizan la unión eterna entre dos enamorados. Pero ¿cuál es la diferencia representativa entre ambas joyas? ¿Cuándo debes escoger la argolla y cuándo el anillo? Todas estas interrogantes se relacionan con las distintas etapas del vínculo nupcial.
De acuerdo a las tradiciones occidentales, el anillo de compromiso indica el acuerdo, que hace una pareja, de unirse para toda la vida mediante una ceremonia sagrada. El hombre es quien, sorpresivamente, obsequia esta joya a su enamorada para pedir su mano.
El anillo de compromiso, por lo general, es de platino u oro blanco acompañado de piedras preciosas o diamantes que simbolizan el amor eterno. Según la tradición, la vena del amor pasa por el dedo anular izquierdo y se conecta directamente con el corazón. Desde ahí nace la premisa de que el anillo se use en esta mano.
Una vez que se comience a planear la boda, allí los novios adquieren las argollas de matrimonio. Estas suelen ser de oro amarillo, sin embargo, el diseño y composición dependerá de los gustos personales de los novios y de las tradiciones de su cultura. En esta etapa, la mujer también participa en la elección de las joyas, pues el matrimonio ha dejado de ser una sorpresa.
Considerando estas diferencias, y si en tu caso deseas pedir la mano de tu novia, la opción es escoger un anillo de compromiso. Para tener en cuenta el tamaño y el modelo puedes asesorarte con algún familiar o amigo de tu futura esposa. De esta forma, te asegurarás de que la pieza sea de su total agrado.
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