Mi anillo de compromiso siempre destaca por la piedra azul, la verdad es imposible que no desvíe miradas. Hay diseños que marcan lo que uno busca, es como sentir que encontraste un tesoro. Al saber que el sueño se cumplía y sería niña obvio buscábamos los aritos más lindos y que nos permitiera estar unidos ya que también se compró el anillo de compromiso aquí.
Si a eso se suma el cariño en la atención, es como estar con alguien que te conoce viendo algo que te gusta. Al llegar lo más memorable es que nos vio llegar y por mi barriga supo de inmediato lo que buscaba jaja. Nos mostró todo lo que tenían de esta manera la amabilidad y el cariño en la atención fue lo más que recuerdo. De primera instancia vimos perlas, pero nos mencionó que eran más segura nuestra segunda opción, que eran unos con brillo, y la verdad fue todo un acierto, porque se ven hermosos.
Después de pensar que no podría ser mamá, Dios me dio el milagro de poder quedar embarazada y la emoción de ver aritos de bebé para mí que no podía ser madre, la verdad al salir del lugar fue imposible no llorar. El conserje muy amable nos facilitó un pañuelo y al ver mi barriga y la bolsa de Verónica Hecht nos dijo “se verá hermosa” y terminó por llenar nuestro día.
De esta manera, de inicio a fin nuestra historia se escribía con Verónica Hecht y al crecer nuestra Aurora ella sabrá que esta joyería marcó el inicio de nuestra vida de casados y como padres.
Tamara Carrasco